jueves, 23 de junio de 2011

El Rei y el huerfano ciego


Cuenta una leyenda que un rey estaba cazando en un bosque, cuando se encontró con un niño huérfano y ciego que estaba viviendo casi como un animal. El rey sintió gran compasión, y adoptó al muchacho como hijo, enseñándole todo lo que se le puede enseñar a un ciego. Cuando el muchacho cumplió veintiún años, el rey, que era además un médico famoso, le devolvió la vista y le llevó al palacio en donde luego de mostrarle toda la magnificencia de la corte, lo proclamó hijo, ordenando a todos que le sirvieran. Cristo es el gran Rey que ha encontrado a nuestras almas en el desierto de este mundo pecaminoso. Nos encontró "pobres y ciegos y desnudos." Nos lavó de nuestros pecados con su sangre. Nos ha cubierto con un manto de justicia.

No dejes de ver: http://www.youtube.com/watch?v=ScsDeL0Ixj8

jueves, 16 de junio de 2011

Quando en el cielo pasen lista


Un soldado que fue herido durante la última guerra estaba moribundo en su catre de campaña. De repente el profundo silencio de la noche fue roto por la exclamación: - ¡Presente! ¡Presente! - de labios del joven moribundo.
Algunos amigos se acercaron para ver qué deseaba.
- Escuchen - dijo-. Están pasando lista en el cielo. Unos minutos más tarde, pasó a la presencia del Rey.

Fuente: Doscientas anecdotas e ilustraciones, Editorial Moody


Es necesario alentar a los demas


Si no podemos estar personalmente en la batalla, no debemos desalentar a los que están combatiendo.

Un jefe de tribu de los escoceses cayó herido en la batalla de Sheriff-Muir. Cuando sus soldados vieron caer al jefe, vacilaron un momento, dando una gran ventaja por ello al enemigo. El viejo caudillo al ver lo que acontecía, se incorporó y aunque la sangre manaba de sus heridas gritó:

- No estoy muerto, hijos míos. Os estoy mirando, y espero que cada uno cumpla con su deber. Estas palabras sirvieron de estímulo a los soldados, llevándolos a hacer esfuerzos casi sobrehumanos.

Así, cuando nuestras fuerzas flaquean y nuestros corazones están apesadumbrados, el Capitán nos dice: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."

Fuente: Doscientas anecdotas e Ilustraciones, Editorial Moody



jueves, 9 de junio de 2011

No demasiado para el César

Se dice que en cierta ocasión, cuando César hizo un regalo muy costoso, el que lo recibió dijo que era demasiado valioso. El emperador le contestó que no era demasiado costoso para que lo diera el César. Nuestro Dios es un gran Rey, y le agrada darnos regalos; debemos entonces agradarle pidiéndole grandes cosas.


Fuente: Doscientas anecdotas e ilustraciones, Editorial Moody