miércoles, 18 de mayo de 2011

Dad a Dios honor



Después de la batalla de Agincourt, que fue ganada por Enrique V, se dice que este rey estaba pensando que esta victoria traería grandes honores a él y a sus soldados, y queriendo reconocer la providencia divina en ella, ordenó al capellán que diera lectura a un salmo de David; cuando el capellán leyó las palabras: “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria” (Salmo 115:1), el rey bajó de su caballo e hizo lo mismo la caballería y todos a un tiempo, desde el rey hasta el último soldado, se postraron tocando sus rostros en el suelo.
¡Oh!, ante la historia del amor del Salvador y su obra libertadora, ¿no nos postraremos delante de él esta noche? Todas las huestes celestiales y terrenales claman: “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria.”
Fuente: Talmadge
 
"Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es elevado; Su gloria es sobre tierra y cielos." Salmos 148:13

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