domingo, 29 de mayo de 2011

Creyendo sin ver





Había estado ausente de la casa por algunos días y me preguntaba, al acercarme a ella, si mi pequeña Margarita, quien podía apenas sentarse sola, me recordaba. Para probar su memoria, me coloqué en un lugar desde donde yo podía verla, pero que ella no me podía ver a mí, y la llamé en el viejo tono familiar: “¡Mague!” Ella dejó caer sus juguetes. Otra vez repetí su nombre “¡Mague!” y habiendo inspeccionado una vez más el cuarto con su mirada, pero no viendo el rostro de su padre, se puso muy triste y volvió a tomar sus juguetes. Por tercera vez llamé “¡Mague!” y ella, dejando caer sus juguetes rompió a llorar extendiendo sus brazos en la dirección de donde provenía el sonido, sabiendo que aunque no podía ver a su padre, él debía estar allí porque ella conocía su voz.

Fuente: Bible Treasure

Asi, tambien yo, reconoci la voz de mi Padre quando me llamaba. Me hablaba de su misericordia conmigo a cada mañana a cada amanecer. Me dijo como era especial quando vislumbré un pajarito a cantar. Lo escuche decir te quiero através del aroma de las flores de los campos. Le oi decir que todo está sobre su control cuando vi el mar y sus olas impetuosas rompiendo en la arena. Me dijo como era único para Él pues pude entender que era diferente de todas las criaturas creadas. Pero escuché mi pequenhez delante del universo y pensé: Porque me llamas? Porque a mi? Yo soy tan pequeño para Dios que seria imposible? Pero entonces supe realmente que el me amaba al ver que él entregó todo por mi: su único hijo amado murió en la cruz para ser el puente que me lleba a Su presencia. Y usted? Tiene oido al Padre le hablar? Si no, sepa que ahora mismo Él le está hablando, tentando llamar su atención.

Oiga al Padre le hablar atraves deste video: http://www.youtube.com/watch?v=mzhPwZckeGU



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