Carey y sus acompañantes, los primeros misioneros bautistas que fueron a trabajar entre los Indostanos, tuvieron que hacerlo con todo rigor por el término de siete años antes de que el primer converso fuera bautizado. Cuando las iglesias que sostenían a esos misioneros se dieron cuenta de que después de
tantos años de trabajo no se tenía el fruto que se deseaba, se desanimaron e intentaron retirarles la ayuda pecuniaria. Entonces Judson escribió a estas mismas iglesias y les dijo lo siguiente: “Suplico a las iglesias que me sostienen, que tengan un poco de paciencia.”
Esta misión se principió en el año de 1814; y en el año de 1870 había más de cien mil convertidos..
Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá á mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. Isaías 55:11
Echa tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás. Eclesiastes 11:1
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